Un sinvergüenza menos

El Real Madrid acaba de contratar al todavía árbitro Megía Dávila como Delegado Arbitral, con la atribución de acompañar a los colegiados los días de partido y facilitarles todo lo que consideren oportuno, así como, digo yo, hacerles toda la pelota que pueda y tratar de convencerles para que piten todo a favor del equipo galáctico.

Hay que recordar que Megía Dávila todavía es colegiado en activo, pero que no ha superado las pruebas físicas y se encuentra de baja, motivo por el cual no está arbitrando en la temporada 2009/2010.

Otras fuentes dicen que Megía Dávila se retiró el mes pasado (yo creo que no) tras haber permanecido trece temporadas como árbitro de Primera División. El madrileño fue el único colegiado que no superó las pruebas físicas que la Federación Española organizó, como ocurre en todas las pretemporadas, en Santander. La culpa la tuvo la lumbalgia que arrastraba desde la pasada temporada, lesión que le obligó a colgar el pito antes de lo previsto inicialmente.

De lo que no tengo la menor duda es que las peores actuaciones de este individuo, dentro de las muchas malas que ha tenido, han sido contra, y digo bien, contra el VCF.

En el año 2005, en un partido de liga Sevilla - Valencia, nos pitó dos penaltis inexistentes en contra, nos anuló un gol legal, que suponía el triunfo y el partido acabó con empate a dos.

En el 2006, con motivo de una eliminatoria copera entre Valencia y Depor, tras suspender el partido de vuelta por un monedazo (de cinco céntimos) que recibió uno de sus asistentes, que no supuso mas que un simple arañazo, y que hubiera podido saldarse con su sustitución por el árbitro asistente en el peor de los casos, en la reanudación, días después y a puerta cerrada, nos sancionó con otro penalti inexistente que fue definitivo.

Con motivo de esos incidentes el VCF pidió a la RFEF que tanto Megía Dávila como Iturralde González, que ya nos había robado el partido de ida, no le volviesen a pitar esa temporada.

Pero la temporada siguiente lo volvieron a designar para el partido de liga que el VCF debía disputar en el Sánchez Pizjuán, y la volvió a liar. Expulsó a Silva al cuarto de hora de partido por un presunto codazo al sucio Alves, cuando este antideportivo y marrullero jugador le había hecho una entrada asesina al propio Silva minutos antes, sin haber visto siquiera la tarjeta amarilla.

El arbitraje español pierde a uno de sus peores árbitros, y mira que los hay malos, y el Madrid gana otro elemento imprescindible para esa larga nómina de chulos, prepotentes y caraduras que encabeza Valdano.

D.E.P., deportivamente, Megía Dávila, el prevaricador...

PD1.- Prometo que la foto no está retocada, que esa jeta es la suya.

PD2.- Justo cuando me dispongo a publicar esta entrada, escucho que es posible que el Madrid se vuelva atrás, debido a la repercusión mediática suscitada. Estaremos atentos.