Yo no he sido

Eso parece querer decir Unai en la foto, pero no es cierto, el sí que ha sido.

El es el responsable del desastre táctico de su equipo.

El es el que no sabe estimular ni motivar a sus jugadores.

El es es que no sabe sacar ni el 60% de rendimientos a sus jugadores, cuando otros han sacado el 120%.

El es el que no consigue que el equipo saque fruto de las jugadas a balón parado.

El es el que ni siquiera consigue que el equipo sepa formar las barreras como es debido.

Emery ha perdido el respeto del vestuario, y lo ha perdido a pulso, por culpa de sus decisiones y sus planteamientos, y me temo que ya no hay vuelta atrás.

Hay periodistas que comentan que en el vestuario hay malestar con Emery, porque siempre encuentra justificación a lo que ha pasado sobre el campo, pero nunca entona el mea culpa, y siempre, siempre, la culpa es de otros o por otras circunstancias.

Al VCF, cualquier equipo que le presione y no le deje espacios, como hizo el Getafe, le va a ganar, porque Emery no sabe resolver ese problema.

Emery plantea los partidos (si es que lo hace), pero como algo falle o no salga como él lo había pensado, ya no tiene alternativas.

Si yo hubiera sido el entrenador del VCF ayer, y Miguel me dice que se quiere cambiar las botas, yo le hubiera dicho: Dile a Banega, o a Mata, o a Silva que en cuanto les hagan una falta que se queden en el suelo y que salga el masajista el tiempo necesario para que tu puedas cambiarte el calzado. No lo hizo y eso nos costó el gol del empate. Culpa de Unai.

Son pillerías necesarias, si eres un profesional, para no dar ventajas al contrario, y en eso Unai está muy verde.

Aún me acuerdo del "pisarlo, pisarlo", de Bilardo.

Bilardo tenía razón, aunque los malos periodistas sensacionalistas lo manipularon.

Lo que a Bilardo le cabreó es que su majista, el masajista del Sevilla, saliera corriendo a atender a un contrario, porque se habían lesionado dos a la vez y el equipo rival solo tenía un masajista.

Eso era problema del equipo rival, y el masajista de un equipo está para atender a sus jugadores, no a los contrarios.

El fair play es muy bonito, pero el fútbol hace tiempo que dejó de ser un deporte.

Volviendo a lo nuestro, ahora vamos a hablar de los cambios.

Bruno por Miguel y Pablo Hernández por Joaquín en el minuto 62?.

Si era para dar mayor profundidad no lo entiendo.

Miguel, si no tenía algún problema físico, podía aguantar todo el partido y, hoy por hoy, sube mas y mejor que Bruno.

Joaquín no era el que peor lo estaba haciendo de los cuatro de arriba, y Pablo Hernández no mejoró su actuación.

Para mi hubiera sido mejor Michel por Silva, que no tuvo su noche.

Y nos queda el cambio de Zigic.

Estamos perdiendo desde el minuto 38 de la primera parte y Unai se espera hasta el minuto 71, es decir, mas de media hora, y ya con 3 a 1 en el marcador para sacar a Zigic, y encima lo saca por Marchena.

Vamos a ver Unai, piensa un poco, si necesitamos a gente que saque el balón en condiciones, no hubiera sido mas lógico que el sustituido hubiera sido Maduro, y haber bajado a Marchena al centro de la defensa?.

Lo de Marchena, sin perjuicio de que siga habiendo algún sapo cobarde tiramierda que continúa haciendo campaña a favor de su amigo, importándole un pimiento el VCF.

La semana pasada, Unai, para justificar los cambios de Albelda y Michel, dijo la siguiente frase, que quedará para los anales de los mejores chistes: "Yo trato de hacer los cambios con los sustitutos mas naturales posibles". Y se quedó tan ancho y tan pancho.

En fin, lo mire como lo mire, yo creo que no hay mas que una solución, y cuanto mas se tarde en adoptarla, peor para el equipo y para sus posibilidades, pero si se tira a Emery que no se ponga un parche con Boro, que ya demostró su servilismo, ni con Oscar Fernández, porque lo de Pep Guardiola solo ocurre una vez en la vida.

Al vestuario del VCF, hoy mas que nunca, le hace falta un entrenador con personalidad, que sepa imponerse a las diferentes "familias" y grupitos que parecen existir.

Y, además, totalmente respaldado por toda la directiva.

PD.- Soy el primero en reconocer que todos los españoles llevamos un seleccionador nacional y un entrenador dentro, de serie.