Fernando, el manso (II) o la vuelta a las andadas

El partido de ayer, así como los acontecimientos que lo precedieron, viene a demostrar que las heridas que se cierran en falso, como bien saben todos los que se dedican a la sanidad, no están curadas, y, tarde o temprano, vuelven a infectarse.

Los albeldistas deberían darse cuenta, ya que prefieren ser de un jugador antes que del VCF, que su postura está sirviendo para que un individuo, que siempre ha antepuesto egoistamente su interés personal al interés del club que le paga, haya terminado creyéndose el amo del club.

Este jugador ya se cree con derecho a decirle a Unai con que jugador debe cubrir determinada posición, e incluso, decidir cuando debe y cuando no debe jugar el mismo.

Antes que nada, y para salir al paso de todo aquel que pretenda ensalzar y pregonar el presunto valencianismo y la implicación del "gran capitán", recordaré que a este jugador lo han querido sacar del equipo y del club, con mas o menos fuerza, todos los entrenadores desde Benítez hasta Koeman, pasando por Ranieri (segunda etapa) y QSF (al final). Por algo será.

Además, al termino de cada una de las dos primeras temporadas de QSF, o una de Ranieri y otra de QSF, no estoy seguro, tuvo la desfachatez de pedirle a Soler la carta de libertad, por la cara, para fichar por el Barsa, que le ofrecía mas dinero si llegaba libre. Ese es el amor a unos colores, a los colores del dinero, claro. Y todo eso, para el que no prefiera seguir ciego, está documentado, y no tiene mas que tirar de hemeroteca.

En la pretemporada, tanto Juan Sánchez como Unai Emery, tenían claro que lo mejor era que Albelda se buscara equipo, ya que en el VCF no tenía sitio y si no salía no iba a jugar. Eso también está documentado, porque lo publicaron todos los periódicos. Pero entonces se produjo todo el lío de Soler-Villalonga-Soriano, y la llegada a la dirección deportiva de Fernando Gómez Colomer, que, en sus primeras declaraciones, dijo que lo de la denuncia de Albelda no le afectaba, porque había ocurrido antes de que el fuera responsable deportivo del club y que ese jugador era patrimonio del club y que debía jugar, poco menos que por decreto.

Ahora Albelda, envalentonado, vuelve a creerse el amo del vestuario, aunque ya no tiene los apoyos del pasado (Cañizares, Ayala...), pero, claro, piensa que la decisión de Fernando le da patente de corso.

El vestuario está revolucionado, y con razón. Cuando hay jugadores que, por profesionalidad, (¡no hablemos de amor a unos colores, que son profesionales!), dan todo lo que tienen y saben, y se dan cuenta de que otros juegan por decreto, lo hagan mal o regular, y encima deciden cuando juegan y cuando no, se cabrean y dejan de rendir, aunque sea inconscientemente, o por falta de motivación.

Unai está en peligro por falta de carácter y él lo sabe. O toma el mando del vestuario, si Fernando le deja, o no llegará a final de temporada. Si nadie lo remedia volveremos a las andadas del año pasado.

Fernando Gómez Colomer, del que ya denuncié sus tibias quejas por las actuaciones arbitrales, no ha conseguido nada. Nos han vuelto a pitar un penalty inexistente y nos han metido un gol, el primero, en fuera de juego dudoso (dicen que hay una repetición que se ve en línea) pero que al Madrid o al Barsa no se lo hubieran dado en contra (véase el gol que le anulan al Numancia y el primero que le marcan en fuera de juego).

Soriano se dejó tomar el pelo por Sánchez Arminio.

En una cosa estoy de acuerdo con Albelda: Esto es Valencia, no nos puede extrañar nada.

Fíjate si esto es Valencia y no nos puede extrañar nada, que tú sigues "jugando" en el Valencia Club de Fútbol.

PD.- Zigic, tres goles, nueve puntos.